Una de las señas de identidad inconfundibles de este hogar es el hecho que toda la planta baja se crea a partir de una pieza de hormigón armado y visto de color blanco. Este material, delicado de gestionar en su uso con fines constructivos, aporta una estética rotunda y elegante a todo el proyecto.

En el caso del voladizo de la planta superior, de alta complejidad técnica, cuenta en su interior con una gran cercha metálica, que reduce el peso y asegura su estabilidad y solidez.

Uno de los requisitos irrenunciables de la familia era un jardín interior en la zona de día de Casa Nesma, una vivienda unifamiliar que sirve de primera residencia a una familia de cuatro personas. El jardín – acristalado y climatizado – se inspira en los patios interiores propios de la cultura árabe, muy vinculada con el país de origen de la pareja propietaria.

Para ellos, era esencial esa presencia de vegetación que modelara la conexión permanente de los habitantes y la naturaleza, que se convertía, así, en el hilo conductor del interior al exterior de Casa Nesma, una vivienda unifamiliar que mira hacia su propio jardín y que ofrece la mejor orientación posible.

La vivienda, que sirve de residencia principal para una familia de cuatro, se distribuye en tres niveles:

• Sótano (115 m²): Incluye un amplio garaje y un taller multifuncional.
• Planta baja (157 m²): Alberga las áreas comunes, como la cocina, el salón-comedor, una habitación con baño y el jardín interior.
• Planta primera (142 m²): Espacios privados como los dormitorios, baños, un vestidor y un estudio.

El diseño de las ventanas también juega un papel importante, con aperturas verticales hacia la calle para mayor privacidad y ventanales amplios hacia el jardín, acompañados de lamas correderas que permiten regular la luz y la ventilación.