Casa Cervantes
En la comarca del Camp de Morvedre, se encuentra Casa Cervantes, una reforma integral de Ascoz Arquitectura en la que se ha respetado la esencia original y rural de esta vivienda centenaria, que contaba con un cobertizo para forraje en el patio y una buhardilla destinada al secado del grano, que en esa región se conoce como “mesamunt”, más arriba, en valenciano.
La misión del estudio ha sido preservar el espíritu rural y la personalidad genuina de la residencia, de 260 metros cuadrados, al tiempo que se incorporan todas las comodidades de la vida contemporánea, con espacios abiertos, diáfanos y confortables.
En Casa Cervantes, la reforma integral ha conservado la cubierta de madera original de la casa, que se ha aislado térmicamente para garantizar el confort térmico interior. También se ha renovado la fontanería y se han instalado sistemas de calefacción, aire acondicionado y una red de datos para internet.
La única intervención que se ha realizado en la fachada tenía el propósito de crear una zona de garaje con acceso directo a la calle. De hecho, la puerta principal se ha restaurado y vuelto a instalar para dar acceso a la vivienda. En el caso de las ventanas, que mostraban un avanzado estado de deterioro, se han sustituido por otras nuevas, también de madera de pino y de las mismas dimensiones.
En Casa Cervantes, la reforma integral se ha centrado en generar espacios diáfanos en sus tres plantas: la inferior, destinada a espacios comunes, la primera, que emplean los hijos y la superior, mesamunt, que se ha convertido en la zona privada de los padres de la familia, con baño, dormitorio y zona de trabajo.
En la planta baja, muy compartimentada en origen, se ha definido una amplia área diáfana que engloba salón, comedor y cocina, con vistas al patio de 80 metros cuadrados, un entorno que se empleaba antiguamente como corral. Ahora, está presidido por un limonero y una zona de barbacoa y acoge un porche cerrado que favorece la vida al aire libre durante todo el año.
La estructura posterior de la vivienda, que servía de granero, “pallisa” en valenciano, se ha reconvertido en otra zona común, con trastero, de dos plantas que suman 60 metros cuadrados.
La gran escalera se convierte en una fuente de entrada de luz para las tres plantas de la vivienda, en la que la estructura original se ha combinado con materiales contemporáneos. En la planta baja se ha empleado suelo de cerámica que se prolonga desde el interior hasta el patio.
Por el contrario, en el segundo y el tercer nivel se han instalado suelos de madera para no sobrecargar la estructura de la vivienda. Los techos destacan visualmente por sus vigas de madera combinadas con revoltón cerámico.
Arquitecto: Damián Ascoz Carrió
Arquitecto Técnico: Luis Sancho Martínez
Fotografía: Victoria Labadie
Constructora: EDI-REFO, S.L.
Carpintería metálica: Javisa Metales